Corazon: Evento de Donación
Desde 2009 Malvina que vivía en Ensenada, Mexico y un grupo de mamas unidas en oración por sus hijos y sus escuelas en la cuidad de Hawthorne del condado de Los Angeles en California. Unieron su amor y sus esfuerzos para ayudar a los más necesitados y así nació esta obra de caridad que este año da honor a nombrar Corazón Malvina.
Esta obra nació de una madre de familia que vio la necesidad en su comunidad, veía que habían personas marginadas de la sociedad, de la tercera edad, gente vivían en la calle y familias de muy bajos recursos. Con la ayuda que pudieron proporcionar con alimentos, ropa, cobijas y juguetes para los niños, vieron que una semilla de amor se plantó en cada corazón.
Malvina Garcia Palacios falleció en Febrero del 2016, nuestro propósito es continuar su obra en su memoria y amor, con este proyecto nombrado Corazón Malvina.
Cuando
Domingo 8 de Enero, 2017 en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe.
Como
Manda tu donación en Los Angeles, San Diego y Ensenada.
Por Qué?
Mucha gente en Ensenada esta necesitada de tu generosidad, comparte tu amor y compasión donando ropa nueva para invierno, comida enlatada y juguetes. Continuando la labor de Malvina.
Patrocinadores
En memoria de Malvina Garcia Palacios
Malvina Garcia Palacios
Nació un 27 de noviembre de 1942 en San José del Cabo, Baja California Sur, nunca conoció a su padre pues falleció cuando ella apenas contaba con dos meses de edad, su madre se casó en segundas nupcias y las costumbres de antaño imperaron para que la pequeña Malvina se quedara a cargo de sus abuelos maternos quienes les proporcionaron la atención y cuidados durante su infancia y adolescencia, creció viendo a sus tíos y primos como hermanos, quienes fueron pródigos en atenciones y mimos durante toda su vida.
Aprendió las primeras letras en un colegio de monjas donde dejó entrañables recuerdos y múltiples anécdotas siempre recordada como una niña despierta, vivaz, inquieta y traviesa.
Fue esposa y madre muy joven, dedicada y pródiga con sus cinco hijos, supo formarlos en el amor, la solidaridad y en la cultura del esfuerzo, abuela tierna y cariñosa como la que más con sus nietos.
Siendo ama de casa, cursó estudios de enfermería para posteriormente efectuar labores de voluntariado como esposa de un funcionario público, convirtiéndose todo ello en un detonante para no dejar jamás sus actividades en aras del bien común.
Pasó la última etapa de su vida dedicada y comprometida en el servicio voluntario a los más necesitados, primero a través de un comedor comunitario y finalmente en un dispensario médico adyacente al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en la ciudad de Ensenada, Baja California; en el que siempre tenía una palabra de consuelo, de ánimo positivo, unas cuantas monedas, un bocado o algún medicamento que cubriera alguna necesidad del prójimo más desvalido.
Generosa, benevolente, poco se le hacía lo mucho que daba a todas las personas en situaciones de riesgo, quienes hoy en día lamentan y padecen su ausencia, convirtiéndose en la razón y motivación por la que se pretende dar continuidad a su labor altruista.